jueves, 28 de abril de 2011

25 años, 25 momentos, 25 razones para amarte



1ª momento: -8 meses. El día que me enteré de que ibas a nacer....
Mamá llamó a casa y me dijo: "Vas a tener un hermanitO" y, como no, tenía que contárselo a alguien... así que salí corriendo de casa, bajé las escaleras emocionada y me fui a casa de Sonia dejando a la mama colgada al teléfono...

2º momento: -5 meses. El día que descubrimos lo que eras...
Papá, Ana y yo veníamos de comprar una bañera enorme AZUL y vimos a lo lejos a mamá como disgustada.. Papá tiró la bañera a tomar por saco y fuimos corriendo a ver qué ocurría. Cuando mamá pudo hablar dijo entre sollozos: "¡¡Es una niñaaaaaaa!!", obvio que todos, menos yo, querían que fueras un niño.

3º momento: 0 meses. El día que naciste....
Me acosté una noche teniendo una única hermana y me levanté sin los papas en casa (avisaron Pilarín, la vecina pero al parecer dormíamos en plan lirones) y teniendo dos, que alegría!!! A Ana le hizo menos gracia....

4º momento: 6 meses. El día que empezaste a hacer monerías....
Cuando me veías (a mi o a cualquiera que te cayera bien, eras simpática desde chiquita) levantabas los bracitos y arrugabas la nariz en plan embrujada, yo pensaba que cualquier día echabas a volar y te largabas.

5º momento: 9 meses. El día que te curaste....
Íbamos mamá, Ana y yo en un ascensor y te tiraste un pedo. A mamá a poco le da algo de la alegría, porque llevaba 9 meses desesperada de los estreñida que eras. Hicimos una fiesta.

6º momento: 11 meses. El día que echaste a andar....
Tras meses de gateo, tres piques y dos chichones en la cabeza, y una especie de gateo en plan cuquín, al final empezaste a andar llevando a rastras la almohada de la cuna que no has vuelto a soltar... hasta que no te dejaron sacarla de USA, algún problema con la green card.

7º momento: 1 año. El día que decidiste que molaban más los regalos que el envoltorio...
Solo jugabas con el papel de regalo hasta que te regalamos el caballo balancín de Fisher Price, qué sonrisa me echaste.... bueno en general ha sido una gozada ver tu cara cada navidad y cada cumpleaños.

8º momento: 2 años. El día que cogiste la plancha al revés...
Te quemaste toda la palma de la mano y te salió una pedazo de ampolla para flipar. Ya sé que no es un gran momento pero me acuerdo porque conseguí que dejaras de llorar cuando te puse a Espinete mientras te soplaba la manita.

9º momento: 3 años y medio. El día de tu primer traje de flamenca....
La Pitu-pocha te lo compró en Córdoba? y te daba vergüenza ponértelo, hasta que llegué a casa, me sonreíste, me echaste los brazos y dejaste que te lo probara. Estabas tan adorable que a la media hora te compraron los zapatos de tacón, a las dos horas te queriamos matar, doña taconeos.

10ª momento: 5 años. El día de tu primer chupinazo...
Como te llevaba a todas partes me animé a meterte en el Ayuntamiento el 20 de septiembre, creo que te dio tanto miedo que para animarte, te compré un globo de helio que me costó una pasta y te duró 35 segundos.

11º momento: 6 años. El día que encontraste tu sitio...
Tu padrino, el tío Aquilino, que como todos estaba loco por ti, te regaló un pupitre rojo precioso que pusimos en el salón y del que no te bajaste hasta que se te quedó “pequeño”. Te recuerdo sentada en el pupitre hasta cuando veías la tele.

12ª momento: 7 años. El día que te dio por escribir...
Te encantaba y te encanta escribir. ¡Qué imaginación! Historias, redacciones, cuentos, etc. Además fuiste la única que me escribía cartas cuando estudiaba en Pamplona.

13º momento: 8 años. El día que pintaste tu primer cuadro...
¡¡¡Qué colores!!! creo que usaste toda la paleta, jajaja. Todavía anda por casa... eso es amor de madre, jajaja.

14ª momento: 9 años. El día de tu primera comunión...

Estabas preciosa y eras una niña buenísima, te regalaron un millón de cosas. Es ñoño, pero me acuerdo.

15º momento: 10 años. El día que estuviste dos horas perdida...

Era la noche del 24 de diciembre y no había manera de encontrarte, nos volvimos locos, los papás se pusieron histéricos, a la Anita a poco le da algo y de repente apareciste con la tía, que te habías ido a tomar una coca-cola... ¡¡Qué gritos te dimos!!

16º momento: 12 años. El día que se te atragantaron las mates...
Yo vivía en Pamplona y te las explicaba por teléfono. En aquella época yo estaba todo el día en la parroquia. Mi novio el joven castor y yo os llevábamos a todos los sitios: a visitar Peñaclara, a tomar chocolate con churros, a misa de 11...

17º momento: 15 años. El día de tu primer móvil...
Convencí a la abuela de que te comprara tu primer móvil: el one touch easy, chiquitín, chiquitín... y de super colores. ¡Qué contenta te pusiste!

18º momento: 17 años. El día de la fiesta...
Te presté mi casa para que hicieras una fiesta en mi casa: 350 euros de multa por tirar líquidos por la ventana, te quedaste sin palos de golf... pero salimos bastante airosas del paso.

19º momento: 18 años. El día que te dejamos en Roncesvalles...
Me dio pena dejarte porque sabía que ibas a llorar mucho, pero por otro lado me diste envidia por todo lo que ibas a vivir y no tenía ninguna duda de que ibas a ser una gran universitaria.

20º momento: 21 años. El día de mi tercera década...

La fiesta no-sorpresa que preparaste, la currada que te pegaste con el album a mano y la pasta que se te fue en bolígrafos plateados.

21º momento: 22 años. El día que te licenciaste....
El orgullo que sentí y lo tranquila que me quedé pensando que por fin ibas a dejar de llorar por los exámenes, pero luego llego el toefl, los cambios de país, buff, no dejaras de llorar en la vida.

22º momento: 23 años. El día de la fiesta del periódico...
La becaria y la hermana, buff, que fiestón. Lo recuerdo porque perdí el bolso, volvimos descalzas a casa, dormimos juntas en la cama de 90 y nos despertó mamá con la ropa planchada....

23º momento: 23 años. El día que te fuiste a DC...
Como lloré y que cansa me puse con hablar contigo a todas horas por Skype. A cambio me devolvió a una hermana poliglota, que al fin le gusta el tomate y que bebe cerveza porque es mas barata (pero sólo para seguir comprándose trapitos).

24º momento: 24 años y 3 meses. El día que me iba de Buenos Aires...

¡Qué lágrimas de cocodrilo! Y eso que tiene que ser duro verme perrear todo el día mientras tenías que trabajar, pero te hacia croquetitas, emparedados, tortilla y te lleve jamón de verdad, no de hembra.

25º momento: 24 años y 8 meses. El día que volviste a España en Navidad...
La primera noche fue un escándalo entre la cesta de productos españoles y el robot, ¡¡¡qué ganas de que vuelvas!!! Sólo quedan 39 días...

No te puedes ni imaginar lo que te quiero, lo que te admiro y lo que te echo de menos. Espero que pases un feliz 25 cumpleaños y que la distancia no te impida ver el sol de tus ojos, porque las estrellas la tapan, jajaja, es por suavizar....

miércoles, 20 de abril de 2011

Tan grande y tan ñoña



Me encantan las películas de Marisol (sobre todo "Ha llegado un ángel") , he visto millones de veces las de Audrey Hepburn (la que más "My fair lady", casi empatada con "Sabrina" y "Desayuno con diamantes"), no me pierdo ninguna comedia romántica protagonizada por Hugh Grant, Julia Roberts, Renée Zellweger, Richard Gere o Patrick Swayze, y lo peor, he visto millones de veces las películas de Sissi y todas las moñadas que hizo Romy Schneider sobre la época imperial austríaca ("Los jóvenes años de una reina" y "La panadera y el emperador").

Uno de mis libros preferidos es "Raíces", la terrible historia de Kunta Kinte, y me encanta "Atlas de geografía humana" de Almudena Grandes porque acaba bien y, como ya escribi en otra entrada, "Porque, a veces, las cosas cambian. Ya sé que parece imposible, que es increíble, pero, a veces, pasa". He leído todas las novelas de V.C. Andrews ("Flores en el ático" y toda la saga) y las de Federico Moccia (Algún día me gustaría colgar un candado aunque sea en el puente de piedra...). Me gustan los poemas de Neruda y Benedetti: "Tus manos son mi caricia...". Y las frases celebres, sobre todo una de Óscar Wilde: ""Esto no es un ensayo general, señores, esto es la vida", toma ya!!!

Oigo a Eros Ramazzotti, Sergio Dalma, Chayanne y las baladas de Juan Luis Guerra; y el rock duro de Ana Belén, Víctor Manuel, Sabina y Serrat. Me gusta la Oreja de Van Gogh cuando estaba Amaya, ahora me gusta Amaya sola. Me encanta Alejandro Sanz, Shakira, Luis Fonsi y hasta Andy y Lucas.

Bailo salsa, bachata y merengue, me encantaría saber bailar tango y me defiendo con el pasodoble y el vals. Vamos que me tira lo "agarrao". Y es que me hubiera ido mucho mejor en los guateques sesenteros cuando se llevaban las caderas...

Hace poco volví a ver ENTERA la serie de Candy Candy, leí "Puck, ¿de qué tienes miedo? y me descargué los 238 episodios de la telenovela: "Cuando seas mía" que ya había visto!!! un dramón de una recolectora de café llamada Teresa Suárez conocida con el apodo de Paloma que se cambia el nombre a Elena Olivares cuando pasa a ser la jefa de exportaciones del consejo mexicano del café, apasionante, ¡¡veánla mijos!!.Tengo una colección de imanes en la nevera que incluye unas pegatinas de Hello Kitty y una postal que me envió mi amiga Carolina desde la playa en el 99. Guardo un puro que se dejó el uruguayo que huele fatal pero es muy "Friends". Y utilizo como carpeta de trabajo el block de anillas que usó Inés en el colegio (I miss you). En fin de año suelo escribir una postal a mis amigos con el único objetivo de que lloren y otra a mis alumnos para se den cuenta de que pueden ser mucho mejores de lo que son.

Lo que quiero decir es que me he dado cuenta de que, aunque a veces sea una burra, en el fondo soy más ñoña que Clara la de Heidi hecha de merengue.

miércoles, 13 de abril de 2011

Body tonic



Escribiría más a menudo, pero me duele todo el cuerpo...

La semana pasada, harta de mi rutina gimnástica, decidí acudir a clases dirigidas por unos monstruos sin piedad que se creen que soy superwoman. Y como la clase está llena de personas que me llevan unos cuantos años, en su mayoría hombres, me veo incapaz de no seguir las pautas del profesor. Así que si me manda hacer 100 sentadillas del infierno, eso sí con muy buen rollo: "Vamos arriba, que llega el verano", pues yo las hago. Pero... ahora voy por la calle como si me hubiesen hecho una endoscopia. Y después de las sentadillas, al monstruo dirigido se le ocurre que hagas 100 squats que son, nada más y nada menos, que sentadillas pero laterales, ja, y me entra un tembleque quepaqué. Y yo solo pienso: "esto va a pasar, en breve estás en la ducha, esto va a pasar" y miro el reloj desconsolada y apenas llevamos 7 minutos. Entonces cambia de músculo: triceps, ¡¡¡me cawen to!!! Horrible y el tío: "más, más, más, dame más" y yo le daría más: le pondría a leches morado. Y al tembleque de la pierna se le une el de los brazos. Y el tío te salta: "ese abdomen bien fuerte, el ombligo bien metido" y yo pienso que si tuviera un abdomen como el de él, estaría tan buena que no tendría que ir a su puñetera clase. Y luego nos hace trabajar músculos que no sé si tengo, que sí que estarán, pero debajo... Y de repente se le ocurre que hagamos unas flexiones, así para cambiar dice el tío, y yo en mi vida he sido capaz de hacer una. Y comienza a dolerme el pecho, la espalda, el culo (glúteo para el monstruo que a pesar de ser un h...d...p es muy fino), las piernas, el pelo y me pica la cara de tanto sudor. Y tras 35 minutos de espanto: "Vamos chicos, operación bikini, a ver esas abdominales!!! recuerda meter el ombligo" bufff!!! y es cuando comienzo a pensar que no merece la pena, que esto no va conmigo, que tanto esfuerzo para luego ir al berceo que sólo me ve mi madre, que total para qué? si he ligado igual toda mi vida, que luego me quedaré flaca y pensaré que me quieren por mi físico, y para cuando me quiero dar cuenta por fin acaba el calvario, y me pongo muy contenta, y sonrío y todo al torturador. Pero entonces, me doy cuenta de que me quedan otros dos dramas: el primero es que cuando me meto a la ducha no puedo darme champú del dolor de brazos y que igual estaré más delgada pero el pelo lo llevo hecho una mierda, y el segundo es que todavía me queda un largo día sin hidratos, sin lácteos, sin grasas, sin emparedados, sin pincho de tortillas, sin cañas, sin vinos, sin chorizo, sin pan, sin albóndigas,...., y me entra una tristeza infinita, una pena tremenda, y pienso: "esto también pasará" y me visualizo con un bikini de Guillermina Baeza que nunca me compraré en una playa a la que nunca iré acompañada del absolut cachas al que nunca conoceré. Y entonces se me ocurre pedir a la vida (el daño que ha hecho "El deseo") por favor, por favor, vida, que me pase como a otras: que me cambie el metabolismo. Pero la muy asquerosa, no me lo quiere cambiar....

martes, 5 de abril de 2011

Mi cuadrilla



Hoy he estado revisando mi gmail y borrando mails a destajo. He empezado por el final (2007) y me he encontrado con los mails de cuando todavía éramos una cuadrilla que se veía no sólo en las bodas, bautizos y comuniones. Y me he reído mucho aunque ahora estoy muy triste, porque sé que nunca nada volverá a ser como antes. No obstante me ha hecho ilusión recordar momentos, no tan legendarios como los de los 90, pero que sí han sido muy pero que muy intensos e importantes para todos nosotros, aunque estas mismas cosas han sido las que nos han separado.

Por ejemplo había olvidado de lo amiga que me "tuve que hacer" de Belén en el 2007 para que me diera su ramo de novia, su despedida de soltera en el aeropuerto: "Somos tu último tren". La "pedida de mano" de Deme a Susana en pleno chupinazo y como nos la subimos al hombro. El corte de Susana con los cuchillos japoneses y los cucharones de Javi en la bodega. Berni y su tío. El chantaje de Plinio al dj de la boda de Conde. Y las cenas, ¡qué cenas! Italiana, americana, japonesa y asturiana, el día de los perritos calientes y los triglicéridos de Tomás, las esparragadas, las pochas de Hugo en el chupinazo y sus percebes y los 7 kilos que sobraron porque Paz tenía resaca, la vuelta de Vero, la partida de Marina a Australia cuando hablaba más con ella que ahora y vivimos a 10 cuadras, la fallida fiesta sorpresa de mi 30 cumpleaños, las albondigadas, mis primeros emparedados, las cenas en casa de todo el mundo, la cena del ramo en casa de Víctor que no me dieron el ramo pero hicimos que veíamos el video de la boda cuando llegó Edu, ah!! los chupinazos de Plinio en el balcón de Villamediana, los ciento cincuenta mil forward que han enviado entre Virginia e Isa, Paz y sus planazos: conciertos, excursiones, vistias, exposiciones,... Y ya que Amaya sale en la foto y aunque no estuve, la tarde de toros y cocido en Madrid. El primer mail de Dedi y María. Nuestro primer riojano joven y fresco, quedar los viernes aunque solo fuera para vernos y tomar una caña, el de los calcetines en casa de Plinio, las cenas de los jueves en el lagar y por supuesto, lo mejor de la cuadrilla: Martín, Lucia H., Inés, Lucia C., Carlos, Marcos, Gonzalo, Luis, Mateo y las tres adquisiciones de los últimos días: Paloma, Jimena y Cristina (que ha nacido hoy).


Os quiero mucho a todos!! Esto, esto tiene que cambiar....

¡¡¡FELICIDADES IVÁN!!!

viernes, 1 de abril de 2011

Teenagers


Me gustaría, por una vez, decir algo bueno de los adolescentes....

Sí, sí. Primero porque se han portado genial en el viaje, segundo porque me he reído un montón con ellos y tercero porque ya vale de que, como siempre, paguen justos por pecadores: ni todos son iguales, ni todos se drogan, ni todos son unos vagos, ni todos son unos gamberros que destrozan el mobiliario urbano, ni....

Es una etapa dura, llena de cambios y de miedos que a menudo es difícil de superar. Y a pesar de todo, los adolescentes, o por lo menos los chavales de 4º del instituto D´elhuyar de Logroño, no pueden ser más estupendos. Y he recuperado la fe en que un mundo mejor es posible, y me han vuelto las ganas de tener ganas, y he aprendido mucho con ellos. Y por eso lo único que me queda por decir es gracias. Gracias a todos por contarme sus cotilleos, por no dejarme dormir, por recordarme mi adolescencia, por aguantar mis broncas, por hacerme partícipe de sus preocupaciones, por adoptarme como madre esa semana, por acabar confesando sus fechorías, por ser tan salados y por chillarme por todo Alemania: PROFE, PROFE!!!

Porque nadie decide hacerse un cabrón a los 15 años, porque los que lo son, son fruto de sus circunstancias....

Y gracias a Fermín (el orientador que desorienta), por ayudarme a comprenderlos.