viernes, 20 de abril de 2012

A&M


Me gustaría estar siempre rodeada de un millón de amigos, abrazarlos fuertemente al verlos y morirme de la risa con ellos.

Quisiera estar siempre cerca de mi familia, comer con ellos, merendar con ellos, discutir con ellos.

Me encantaría tener a alguien especial cada día, que me achuchara, me besara y paseara de su mano por la vida.

Mataría por ser capaz de aceptar a ese alguien especial, tolerar sus manías, morderme la lengua si dice un improperio y aplaudirle a cada paso.

Y puestos a pedir, molaría trabajar en algo que me entusiasme, que se me de bien, que esté reconocida y que me robe el tiempo justo.

Y ya de paso que ese trabajo me diera para vivir bien, comprarme todos mis caprichos y hacer las cuentas justas.

Y sería feliz, compaginando todo con una casa a mi gusto, que aunque no fuera muy grande siempre cupiera todo el mundo.

Vestirme como quiera, beberme las cervezas que se me antojen, maquillarme si me da la gana, sonreír porque me salga, pasar de los malas babas y de todo lo que opine la gente.

Porque...¿qué es la vida si no eso? Por eso los envidio, ellos dos lo tienen y lo muestran al mundo. Y son felices, y son humildes, y son divertidos, y son geniales. A mi nunca jamás me han gustado este tipo de programas, pero las cosas cambian y es que ellos me hacen reír, me hacen vibrar y me gustan, y... ¿a quién le importa lo que yo haga?

sábado, 14 de abril de 2012

Por el amor

Viajaba yo a Madrid por asuntos de amorío, cuando coincidí en el autobús con una persona que hacia tiempo no veía. Me contaba con mucho emoción lo feliz que era tras un par de años bastante chungos. Iba a un concierto, había quedado con alguien que venía de Valencia. Recibió media docena de llamadas durante el viaje, todas de la misma persona. En una de las llamadas contestó: "y yo a ti".  Ohhhhh. Me había dicho que no estaba con nadie, pero sonreí para mis adentros porque esos amores,son los mejores. Bah, todos lo son.

En fin... Cinco años después, mi amor de Madrid se esfumó, como todos, pero la parejita que recién empezaba se casa hoy. Y es una pareja fantástica. Se quieren, se respetan, se cuidan, se admiran, se conocen, se mueren de la risa por todo y se han convertido en una gran fortaleza inexpugnable. Me dan mucha envidia y a la vez me han devuelto la fe en el amor, porque no lo han tenido fácil. Han tenido que vencer muchos obstáculos, alguno de ellos muy duros: enfermedades, distancias, habladurias de la gente. Pero me han demostrado que si quieres, puedes, que no hay que ponerse barreras, que la disponibilidad geográfica no sólo es para el curriculum, que la vida está hecha para vivirla, que hay segundas oportunidades en el trabajo, en el amor, en la amistad, en la familia... Y es que, cuando una pareja se quiere, al final, no hay nada que se le ponga por delante.

Así que quiero brindar por el amor, por su amor y porque sean felices ahora, mañana y siempre.

Os quiero mucho.

lunes, 9 de abril de 2012

Vieja de estudios


Hace un mes que me fui de viaje de estudios y al pasar tanto tiempo con teenagers me di cuenta de algo: me estoy haciendo mayor, ¡¡me cawen todo!! Ya no soy una adolescente, pero tampoco me siento un adulto responsable, ni una mujer madura que sabe lo que quiere y dice lo que piensa, entonces.. qué soy? Me temo que una gilipollas...

Desde que cumplí los 30, nadie ha vuelto a ser capaz de acertar mi edad: me jode que me echen 20, me mata que me echen 40 y me revienta que acierten, porque debería de aparentar menos.

Nadie sabe qué pinto en este mundo: si me ven con mi abuela se piensan que soy su hija, si me ven con mi madre que soy su hermana, si me ven con mi hermana que soy su madre, y si me ven con un tío bueno nadie piensa que es mi novio... ¿De qué van? ¿Es por qué no llevo anillo? ¿O por qué me pega más uno del montón? Prefiero no saber la respuesta.

Eso sí, todo el mundo me envidia y no sé muy bien porqué....

Los teenagers creo que porque no tengo que pedir permiso a nadie para irme de fin de semana, tengo casa y no dependo de una mierda de paga. Queridos: SÍ, no tengo que hacer botellón en la puta calle, me puedo pagar una cena con cubiertos, beber copas dignas sin garrafón o incluso tomar kalimotxo de vino de botella. Pero mirad qué panorama: no puedo salir un jueves porque tengo que trabajar el viernes y no me podría levantar; no puedo salir los viernes porque estoy reventada y a las 10 estoy en la cama; y no puedo salir los sábados porque no tengo con quien. ¿Cómo os quedáis? Lo sé, es lamentable. Así que alegraos por tener amigos y aguante, porque todo se acaba...

Las casadas me envidian porque estoy soltera. Y todas me dicen: "Con lo bien qué estás así". Queridas: separaos, SEPARAOS, que chorra hacéis casadas si tan mal estáis?? No lo entiendo...

Los casados me envidian porque se piensan que me paso el día de cama en cama. Queridos: NO. No es porque no quiera, no es por pereza, no es porque ande enamorada, no. Es porque de verdad el tema está complicado, y cuanto mayor eres, peor. Así que cuidad a las pedorras de vuestras mujeres porque como de verdad os dejen, la lleváis clarinete, clari, clari, clarinete. Luego no me vengáis llorando.

Los padres me envidian porque tengo tiempo libre. Queridos: en Logroño a las 8 de la tarde todo el mundo está en casa con los baños y las tortillas francesas. Y sí, de vez en cuando hago algún viaje, me voy al spa o me tiro en el sofá sin recoger, pero lo cambiaríais por vuestros hijos?? Lo dudo.

Los mayores me envidian creo que por mi juventud y vitalidad, ¡¡¡ja!!! Si al montarme en la cinta del gym tengo 120 pulsaciones sin echar a andar solo del esfuerzo de ponerme el chándal, si al levantarme me duele la espalda, si a veces tengo acidez, si me están saliendo canas, si no juno sin gafas, si el otro día me reí y se me escapó un pedo... Si estoy fatal.

Y que nadie me venga en los comentarios en plan: estás fenomenal, eres estupenda, te envidiamos porque eres la leche, te queremos.... Respetad mi estado!! Soy vieja y punto. Ahora, si queréis hacer algo para que me sienta mejor, salir conmigo un sábado a bailar (dejad el teléfono o enviadme un mail). Lo uniquísimo que le pido a la vida es que nadie me vuelva a chillar en plena plaza del mercado: "Profeeeeeee, ¿¿¿qué coño haces tu aquí???"

(Esta entrada se la dedico a la mente millonaria).