lunes, 19 de diciembre de 2011

Revival

Hoy ha sido un día raro. Llevo dos horas escribiendo tarjetas de navipeich, un drama que cada año repito y que me da mucha alegría y mucha pena a la vez, porque soy tan ñoña que me emociono. Encima  he paseado por mi antiguo barrio y llevo todo el día recibiendo flashbacks. Tengo tantos y tantos recuerdos de cuando vivía en la calle Villamediana...., y todos son buenos. 

He recordado a mi padre, que no se podía creer que con cinco años me gustara absolutamente todo. Desde los percebes a las alcachofas pasando por los callos y las patitas, jajaja, pobre! Él que se traía caprichos y me los zampaba yo todos. Un día dijo: "voy a ponerle un candado al frigo" y le dije:"vale, pero dame la llave".  Qué tragaldabas..También me acuerdo de ir en su coche cantando a Sabina, Victor Manuel, Ana Belén,... y de que me regalaba siempre en navidad música y libros. 

He recordado la tarta de magdalenas que mi madre nos hacía. Ella jura que perdió la receta pero yo creo que por nuestro bien, la quemó. También me acuerdo de que pasaba el aspirador cantando "Amor de hombre" de Mocedades. Y de lo contenta que se puso el día que mi hermana se tiró un pedo por si misma sin tener que recurrir a la ramita de geranio o al termómetro impregnado en aceite. Mi madre siempre estaba ahí, y cuando llegaba a casa de trabajar toda la mañana, nosotras le esperábamos en la puerta para que nos llevara al colegio o a la piscina y la pobre se comía algo rápido y salía pitando. Aunque también recuerdo el miedo que nos daba ir con ella cuando se sacó el carné de conducir.... 

Y me he acordado de Anita y su pachorra. Lo que tardaba en peinarse, en moverse, en levantarse. Y de su risa, cómo se reía, siempre, todo le hacía gracia a la tía. Y el día del cumpleaños de mi padre: "papa, papa, te hemos comprado un regalo pero no te lo voy a decir, bueno te digo una cosa: empieza por ra y termina por queta...  Y el día de nuestra primera comunión, tengo todo grabado en mi retina. Y menos mal, porque mi tío grabó un partido de tenis encima del vídeo, jajaja. Mi tía a poco lo mata.

Y luego ha venido Inés, y sus rizos, y su sonrisa, que me volvía loca. Y el día que se quemó la manita con la plancha y la conseguimos dormir viendo a espinete que le encantaba. El día que mi madre nos llamó desde el hospital y nos dijo: "Vais a tener un hermanito". Buahh, qué ataque, la dejé al teléfono para bajar al primero a contárselo a Sonia. Y el día que veníamos papa, Ana y yo de comprar una bañera, azul claro, y la vimos llorando a lo lejos. Hasta que no vimos a mi madre cómo nos decía llorando "es otra niña" no se nos ocurrió a ninguno que el hermanito pudiera ser una nena.

Y han pasado por mi cabeza todas las chicas que me han cuidado: la Goyita, Mari Carmen, la Manuela, ... Pero Miriam, Miriam me cuidó desde los 0 a los 8 años y era como mi hermana. Nos llevaba los sábados a Anita y a mi a casa de su madre a comer. Nos llamaban las Marianas, porque no sabían quien era quien. Y era una familia muy grande y humilde, unos 8 hermanos en un piso que no sería más grande que el mío. Y comíamos por turnos de 3 en 3, en la cocina. Y la madre de Miriam hacía paella cada sábado. Una paella riojana con trozos de chorizo, guisantes y aceitunas, no tenía nada más, pero almas que rica!!! (frase de la balsera de mi clase) jajaja. Y en esa casa no había papel higiénico y se limpiaban el culo con papel de periódico. Y un día salió la foto de mi padre en La Rioja y uno de los hermanos de Miriam nos dijo que se había limpiado el culo con la cara de nuestro padre, y la Anita lloraba... Jajajaa, cómo nos querían. Y nosotras a ellos.

Y me he acordado de los fruteros y de los fitos y de lo bien que se vivía cuando tu única preocupación era disfrutar, y comer, y reír, y compartir un partido de fútbol con los amigos. Los niños jugábamos en una habitación y salíamos a cantar los goles. Excepto el día de España-Malta que al quinto nos cansamos.Y recuerdo a Fito con su austriaca, a Sonia enseñándonos canciones, a Pedro que no se podía ser más guapo, a Rubén que no se podía ser más movido, a Anita que no se podía reír más, ... Y me da todo un buen rollo increíble y lo único que me queda por decir es que muchas gracias a todas las personas que han hecho que mi  infancia sea tan maravillosa, fundamentalmente a mis padres que se han sacrificado para que a mi no me faltara nunca de nada. Y también a mi hermana Ana que ha sido una compañera de viaje extraordinaria. Aunque en la foto de arriba la que sale es mi prima Arantxa, la segunda de abordo... Pero eso es para revival II, con números romanos.

9 comentarios:

Eva dijo...

Me encanta María eres genial.

Eva dijo...

Yo tambien tengo grandes momentos en mi retina vividos contigo. Cuando ibamos juntas al cole que todava viviais en Villamediana, cuando ibamos pegandonos por la calle, cual vinistes al colegio con toda la barbilla morada por que te habia hecho ventosa el yogurt,cuando te subisytes a la tarima y nos contastes lo de los gemelos, cuando cantabamos mi caballo camina...etc ...
y solo vivi tres años contigo en clase je je

Anónimo dijo...

Miriam también nos llevaba a la huerta esa que tenía en la calle lobete donde mermelada Eva que nos poníamos de higos hasta arriba y su cuñada que era peluquera nos lavava el pelo y luego nos echaba un huevo y a mi no me podía dar más asco (porque decía que así nos brillaba más el pelo) Jajaja.
Tú sí que has sido buena compañera de viajes y de todo y lo sigues siendo.
Un beso muy grande tqm y gracias por estas siempre ahí cuando te necesito

Sonia. dijo...

Me encanta ser participe de la felicidad que te supone recordar tu infancia.Ciertamente mis recuerdos de la calle villamediana,son con menos detalles,pero los protagonistas son los mismos.Por ello y porque es tiempo de bondad y felicidad,creo k es momento de continuar juntas,como siempre,con la historia de nuestras vidas y con la misma inocencia que en aquellos años.No te parece?
Gracias x aquellos años!

Inés Royo Oyaga dijo...

Tan contenta se puso la Toti porque me tiré un pedo???? Con qué poco se conforma la tía!!!

Jugué al fútbol un par de años, he ido al Berceo y al Logroñés todos los domingos de mi vida hasta los 16, odiaba llevar pendientes y el pelo suelto... yo intenté suplir el tema de ser una niña, pero sólo pude hacerlo hasta los 14...

Yo no me acuerdo de nada, pero tengo una cassette (qué no sé donde leches vamos a oír) en el que en 10 minutos puedes oír todo: yo llorando Anita riéndose, tú y papá comiendo, mamá suspirando de todo lo que tragábamos todos y Miriam haciendo una trenza a Ana durante casi 10 minutos...

Como la encuentre os busco la ruina!!!!!
un beso hermanaza

María dijo...

Eva!! yo también me acuerdo de aquella época, qué divertido!! Gracias por tu cariño.

Hermanas, me acabo de dar cuenta de que al pobre Felipín ni le nombramos, es que llegó tan tarde que para cuando me quise dar cuenta ya estaba en Pamplona, pero le queremos igual.

Ana, por favor, escribe un blog, que eres la que más memoria tienes... No me acuerdo de lo del huevo pero me imagino tu cara de asco cuando te lo echaba por la cabeza... Jajajaja, qué momentos!!

Sonia, ¿qué decirte? Pase lo que pase eres una parte importante de mi vida, siempre lo has sido y, tarde o temprano, supongo que encontraremos la manera de que siempre lo seas, aunque seamos tan torpes.

Gracias a todos por vuestras palabras, me siento muy feliz.

sinqueso dijo...

aqui la segunda de abordo!! grande foto!! ole!!!
te veo en breve!! bsts!!!

Veronica Sierra Miguelez dijo...

Mary..la verdad es que mejor imposible como hemos vivido , como estamos viviendo y lo que nos queda..! yo de algo me acuerdo de La calle Villamediana..pero cuando toque San Antón.. entonces.. sii.. los espaguetis..alisarnos el pelo en el baño en el que no podían caber mas cepillos y más cremas de las Royo girls. Un beso amor

Inés Royo Oyaga dijo...

La verdad Vero es que nunca entendí para qué teníamos tantos cepillos cuando las tres usábamos el mismo, el gordo de madera... (para nuestras cabecitas... ;) ).
un besoooo