lunes, 24 de octubre de 2011

Viva la rutina


Me encantan las rutinas, pero las rutinas buenas, las que te hacen sonreír. Y últimamente estoy adquiriendo una que me da mucho gusto. Y he tenido la suerte de que sea en lunes y me alegre la semana.

Resulta que los lunes empiezo a las 9 en la uni y no tengo coche, así que tengo que caminar. Me pongos los cascos en modo aleatorio (hoy he empezado con Space Oddity). Cruzo mi barrio y me voy fijando en como los niños van al cole: unos corriendo, otros bostezando muertos de sueño, otros llorando. Y miro a sus mayores: padres en traje (me encantan), madres agobiadas, jubilados jóvenes, abuelos apurados... Y me imagino cosas que pensarán, problemas que tendrán y yo, envuelta en mi mundo, me siento tan segura que no me puede pasar nada malo.

Sigo el camino y entro en el parque del Carmen pasando bajo los tilos y me acuerdo de la Avenida Unter den Linden de Berlín y pienso en el viaje de estudios y en que este año también iré, y respiro hondo, pero poco tiempo. Y me siento la mujer más afortunada del mundo porque, ahora que no fumo, huelo también la hierba y hoy que llovía, la tierra mojada.


Y voy llegando a mi parte favorita en la que conozco a todo el mundo: a Fer, Anouska y sus tres pequeñuelos que van al cole; a Mari Luz, la pediatra de Espartero; a Simón que siempre me llama por mi nombre artístico María Lorelai y me pregunta que si voy a ir al Sáhara a ver a Nayla y que él también quiere venir, y sólo tiene 6 añitos.... A otros rostros conocidos que no me se el nombre pero yo sonrío y la gente me sonríe y pensarán que soy una flipada de la vida, pero me da igual.

Y paso por la puerta de mi instituto pero no paro, sigo, y paso por otro cole, duquesa de la victoria, y otros niños con sus mayores me hacen sonreír. Atravieso el parque de las chiribitas y me acuerdo de Iván Varas, el macarra de mi época.Y para cuando me quiero dar cuenta estoy atravesando me encuentro con el corazón de acero:

Y siempre pienso en cuánto de acero hay en mi corazón y qué debería de cambiar para eliminarlo, pero como a estas alturas estoy tan emocionada, nunca tomo ninguna decisión aunque me gusta hacer esa mini reflexión.

Cruzo la calle, llego a Padre Claret y me encuentro con un lugar que en mi mente se llama el tunel encantado, y cada día me sorprende que esté ahí. Es un lugar raro, que no le encuetro el sentido pero que me gusta mucho. Es un camino corto, con bancos y una fuente. Tiene unos jardines a los lados con rosales, ahora quedan pocas pero sigue habiendo unas rosas rojas preciosas y que huelen muy bien. Y lo que más me gusta del tunel es que tiene varios arcos pequeñitos pero que me recuerdan al arco de San Bernabé, y según voy pasando por ahí me voy como purificando.


Tras atravesar el tunel giro y llego a la calle Nuestra Señora del Pilar, adoro esta mini calle, y en una de las casas baratas vive Eduardo el manco, y lo veo casi todos los lunes. Es un hombre que siempre me ha hecho reír, mi padre lo adora, él adora a mi padre, a ambos les encanta mi madre y a mi me matan de la risa sus anécdotas legendarias. Y lo veo ahí en su casita, leyendo el periódico a la fresca y me da un buen rollo quepaqué.

Y de frente me encuentro con el solar del hospital San Millán y pienso en la de cienes de veces que he ido allí  y se me agolpan los recuerdos en la mente e intento recordar cómo era la cuesta de la entrada. Y ya empiezo a encontrarme con mis compañeras de clase. Todas tan jóvenes, tan guapas, tan dormiditas, con tantas cosas que contar del fin de semana... Y entro a clase feliz, y es cada día estoy más contenta de haber vuelto a la universidad.

lunes, 10 de octubre de 2011

And the winner is....


ME!!!

He ganado un libro de un país para comérselo, chupi!!!! Me ha hecho una ilusión increíble y qué pena que lo envíen por correo...

Me encantaría ir a recogerlo: alfombra roja, modelazo, flashes,... La prensa: "María, María, por favor, mira aquí, aquí, estás preciosa, ¿quién es tu acompañante?" Y yo, fantástica: "Se llama George y viene del lago Como, sale en el anuncio de Nespreso". Y ya en la gala, George y yo al lado de Felipe y Leticia, Paco León se arranca a cantar, le acompaña Luis Tósar.... Bueno, ¡lo típico!

También molaría que viniera Imanol y Juan a dármelo, que son unos cachondos, y si salieron medio pedos en el tubo de Zaragoza, imaginad cómo acabarían en la laurel.... hechos un ajco... hiphip. Y si a Imanol le moló la cantante de jotas aragonesa, tan flamenca, pues que yo también le puedo molar. Y ya de paso que se queden en mi casa que se sentirían muy bien, como en el plató de cuéntame, con sus vecinos, sus cotilleos, el bar de abajo, y los modelazos de mis vecinas,que parece que en mi barrio Franco no ha muerto... Ya veo a la Charo, la vecina del primero, que como dice ella, no me gusta cotillear (pero cotilleo la que más), haciéndoles el tercer grado, como a cada uno que viene a mi casa. Hace poco subió con una amiga mía en el ascensor y le dice: "¿Qué? ¿A casa de la María? (Sabe quiénes son mis amigos, es alucinante), ¿a ver el fútbol? Ah, no, que María no tiene Ono (y digo yo: ¿cómo lo sabe? si ni yo misma lo sé,que no hago mas que cambiarme de compañía)". Aunque peor fue el día que van dos a la tienda de abajo y estaban dudando sobre qué comprar para subir a mi casa, y va y les salta el tendero: "Si queréis acertar con María, subidle un gintonic". ¡Asombroso! Va a ser mejor que no vengan....

En fin, que me lo manden por correo. Y como dije en la entrada en la que escribí la receta, le regalo el libro a la tía Pitu, porque desde luego sin ella no hubiera habido receta. Muchísimas gracias guapa. Y a ver si nos animamos y hacemos algo de los cientos de historias que se nos han ocurrido: libro de recetas, clases de cocina, bar de croquetas y emparedados... Y es que nos vamos de cañas, se nos calienta el morro, pero luego na de ná. Así que hemos de sacar tiempo de donde sea y hacer algo, que el mundo no se merece que un talento como el tuyo se desperdicie tomando cañas...

En cuanto a la recera, la preparé en San Matero para unos amigos y quedó de rechupete, así que amigos del mundo, cuando queráis probarla no tenéis más que decírmelo porque es sabrosa, rápida y muy barata y como ya sabéis me encanta cocinar, y prometo, aquí, delante de testigos, que dejaré que me ayudéis y que no me enfadaré con nadie... (Nota para los que no me conozcan: me pongo histérica cuando organizo algo, pero estoy intentando mejorar, así que paciencia).

Os dejo el enlace del blog que me ha premiado porque ahí vienen todas las recetas que han participado en el concurso, por si os interesa echar un vistazo. Pincha aquí.

Vaya manera de empezar la semana: gano un premio y mañana es casi viernes. Espero que vuestra semana haya empezado igual....

miércoles, 5 de octubre de 2011

La gula del norte


Acabo de leer el post de Inés y me he dado cuenta de que últimamente a mi tampoco me pasan muchas cosas... Y encima me ha recordado que un vejestorio se casaba mientras yo sigo sin novio: ni carnicero, ni bombero, ni nada. Y ha entrado un bajón quepaqué. Así que para intentar animarme he decidido descongelar unas gulas, que chicos, yo no sé que me pienso que son las gulas, pero es que me encantan. Y me las pongo como las angulas, desgraciada de mí: en cazuela de barro, con ajitos y cayena y me las como con tenedor de palo, ja. Todo heredado de mi abuela, que esa sí que tenía pasta y alguna vez comía angulas, porque la verdad es que yo no las he probado desde la menarquía....

Mientras se descongelan las gulas, en el paquete pone 1 o 2 horas, he decidido pre-animarme pensando en positivo, pero hoy no me sale. Y he visto en el dejómetro que dejé de fumar hace casi 9 meses. Si en vez de dejar de fumar me hubiera quedado embarazada, ahora mismo estaría rompiendo aguas. ¡Guau! Menos mal, porque entonces no sabía lo duro durísimo que es ser madre, aunque sea pegada... Y hoy he visto a Nicolás, el hijo de una amiga en el espolón, hablando como un papagayo, tan mayor... y me he acordado de que Inés está escandalizada porque se casan sus amigas pero es que los hijos de las mías están en catequesis de comunión  y me he vuelto a deprimir, y las gulas todavía no se han descongelado. Y al ver el paquete de gulas, me he dado cuenta de que no se puede ser más cutre: son las gulas "Estrellas Aguinaga" de la marca Día a 1,79, ¡qué pena! No me llega ni para la gula del norte... Si es que encima de soltera y vieja, soy pobre. Que llevo un mes robándole las capsulas de la Nespreso a mis padres, y voy a hacer 34 años. Y hace calor y no llueve. Y continua mi depresión. Pero como leí una vez y he escrito varias: las cosas cambian, aunque nos parezca mentira, y ahora me parece más mentira que nunca... Así que empiezo a fantasear con que algún día tendré pasta y me compraré la gula del norte, pero no la del paquete pequeño, la grande, la de 800 g, para dos, y si te descuidas hasta le echo unas gambas, si es que cuando me pongo, me pongo. Y a lo mejor un día tengo mucho tiempo, tanto,que hasta me aburro. Y tal vez mañana llueva. Y lo mismo mañana mis alumnos me escuchan o ponen una buena peli en la tele.

Y.. me voy  ¡¡¡que ya están las gulas!!!



sábado, 1 de octubre de 2011

Pon un carnicero en tu vida

Otro carnicero 'valiente' en plena semana de sobresaltos

No sé si puede colgar la viñeta de Tris así por todo el filete, pero es que me ha encantado. Así que si alguien cree que es ilegal por favor que me lo diga que lo quito al instante.

Y es que esto de la crisis se nos está complicando y hay gente que lo está pasando realmente mal... Viendo "Cuéntame" el otro día veo que la historia se repite y que hay abuelos que van ya por la tercera o cuarta crisis de su vida. Pero es que está el mundo que da  miedo. Para que dos carniceros en la misma semana atrapen a un ladrón en una ciudad tan pequeña como Logroño, en la que si te descuidas el ladrón era primo del carnicero, es que la cosa está fatal. Es una ciudad tranquila y pequeña, aunque a mi me han pasado varias cosas...

Una vez volvía yo de la compra tan tranquila, tendría unos 10 años, cuando unas gitanillas me pidieron todo el dinero... pero de pequeña era una tragona, bueno como ahora, así que con las vueltas me compré una lata de foie gras" la camerana", que pensándolo ahora vaya compra más rara para ser una niña. En fin, que les dije a las chicas que no tenía ni un duro que había dejado a deber incluso en la tienda, y una de ellas me soltó un guantazo como pocos me han soltado en la vida. La madre que la parió a la enana, me cruzó la cara, pero bien cruzada. Cuando llegué a casa salió mi padre a buscarlas y les dijo que era comisario de la policía y que se iban a enterar. Mi padre, mi héroe.

Otra vez me atracó un gitano con un cuchillo de untar mantequilla y gilipollas de mi le di quinientas pelas. Es que lo de los gitanos era muy heavy en Logroño, recuerdo a un tal Pepino que no sé ni si quiera si existió. Era oír su nombre y nos cagábamos de miedo.

Otra vez a mi amiga Virginia y a mi nos robaron unas tías en el Espolón al volver del yoque light y les dimos todas las monedas y un paquete de tabaco, yo llevaba un billete de 2000 pesetas que me dio mi abuelo y menos mal que en el momento no me acordé porque se lo hubiera dado también, yo soy así de bien mandada.

Total, que reflexionando he llegado a la conclusión de que como da tanta rabia que te roben, me voy a echar un novio carnicero que me defienda del ladrón y que me invite a chuletón.

¡Viva los carniceros!